Ilustrador profesional es aquella persona que trabaja profesionalmente como ilustrador. Recibe por ello una remuneración económica. Y se adapta a las necesidades del cliente, para conseguir una obra que satisfaga a ambas partes.
Cómo trabaja un ilustrador profesional de acuarela
Normalmente el proceso es el siguiente: el ilustrador profesional tiene un portfolio o muestra de sus trabajos en su web o en distintos lugares online como redes sociales, blogs… La persona que quiere encargarle un trabajo busca en la web, compara estilos y elige finalmente el estilo que quiere para su dibujo en acuarela.
Entonces escribe un mail al artista. O le manda un Whatsapp. O le llama por teléfono. Y le explica lo que quiere. En este punto es importante que le de al dibujante la mayor información posible. Seguramente haya estado viendo imágenes de lo que quiere en internet. Puede mandarle todas esas referencias al ilustrador profesional para que este se haga una idea de lo que quiere. A veces es difícil expresar con palabras el tipo de dibujo que quieres. Por ello, cuanta más información se de, mejor.
Después de recopilar toda la información, el ilustrador profesional prepara un presupuesto que transmite al cliente. Y le manda un boceto a lápiz, lo más detallado posible. Sobre ese boceto, el cliente puede hacer todas las modificaciones necesarias para que el dibujo quede a su gusto.
Es importante que se hagan en este paso todas las correcciones necesarias. La acuarela es un medio que admite pocos errores. Por eso es importante hacer todas las correcciones necesarias en este momento, ya que cuando se acaba la acuarela queda poco margen para las correcciones.
Boceto a lápiz de la acuarela
Este dibujo, aunque no esté 100% detallado, da una idea de cómo quedará el final. Al ser a lápiz, admite correcciones: cambiar de lugar unas macetas, añadir una silla, modificar la ventana…
Dibujo a tinta
Una vez aprobado el dibujo a lápiz, el ilustrador profesional lo pasa a tinta. En este paso del proceso no se pueden hacer modificaciones esenciales. No se puede ya cambiar el tamaño de la casa, borrar una maceta, etc. Se pueden hacer pequeñas modificaciones si se quieres añadir algo sobre una parte blanca del dibujo… A este nivel ya se refleja un 80% del detalle final. Está ya más acabado que el dibujo inicial a lápiz.
Acuarela ya acabada a color
Cuando ya no hay más cambios en el dibujo, el dibujante pasa a color en acuarela el dibujo. En este paso el cliente debe confiar ya en la labor del ilustrador. En base a sus trabajos anteriores, el cliente puede tener una idea de cómo quedará la acuarela. No obstante es bueno que le de al artista TODA la información necesaria en cuanto a colores. Le puede indicar si quiere un cielo azul o nublado. Si prefiere que las macetas sean de cerámica marrón en vez de negras de plástico. El color de las persianas, etc. Todo lo que no se diga al principio de este paso queda ya a criterio del ilustrador.
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